Recién terminada la Universidad conocí a un chico una noche de juerga. El chico me contó que tenía Fotolog por si quería leer los relatos que escribía. Que alguien que no conozco me diga esto hace que me pique muchísimo la curiosidad. Poder husmear en los pensamientos de alguien desconocido tranquilamente, leyendo deprisa para saber si hay algo interesante, volver hacia atrás y escudriñar que es lo que quiere decir e imaginar qué tipo de persona es. Me enganché al momento porque escribía con un estilo que me recordó a Henry Miller en Trópico de Capricornio; bueno mucha gente escribe así hoy en día gracias a él que influyó a su vez a la generación beat.
Rememoro una frase del otro Trópico que describe un sentimiento que cuando lo he tenido me ha desconcertado lo suficiente como para no dar con su sentido hasta que encontré este párrafo:
Las personas son como los piojos: se te meten bajo la piel y se entierran en ella. Te rascas y te rascas hasta hacerte sangre, pero no puedes despiojarte permanentemente.
Dondequiera que voy las personas están echando a perder sus vidas. Cada cual tiene su tragedia privada. La lleva ya en la sangre: infortunio, hastío, aflicción, suicidio. La atmósfera está saturada de desastre, frustración, futilidad. Rascarse y rascarse... hasta que no quede piel. No obstante, el efecto que me produce es estimulante. En lugar de desanimarme, o deprimirme, disfruto. Pido a gritos cada vez más desastres, calamidades mayores, fracasos más rotundos. Quiero que el mundo entero se descentre, que todo el mundo se rasque hasta morir.
Se corresponde sobre todo con la última parte de la frase. Tener ansiedad de carnaza; como cuando te llegan cotilleos bomba y no te conformas quieres más, como cuando te lanzan los cebos en los programas del corazón o como cuando hay algún despido siempre hay rumores y expectativas sobre quién será el próximo -y en realidad no quieres pero algo irracional quiere que todo se vaya a la mierda- como el tema del fin del mundo.
Y es que lo mejor del fin del mundo, lo que me pide el cerebro reptiliano es salir corriendo a la calle en pijama gritando como una loca -si me pilla en casa y sola- y romper con ayuda de los viandantes la luna de la pastelería de abajo para coger víveres. Igual sería buena idea ir en patines, algo de abrigo, algún gorro, un mechero y cadenas de metal en la mano.
Una pequeña muestra de una empresa de avanzados que hacen ropa antiradiacción( http://www.radshield.com/). En el segundo modelo se ve claramente la inspiración batamanta.
Otras maneras de pasar el momento son las grandes bacanales como la que se organizará en Miami que se celebrará en un búnker; evento patrocinado por una productora de pelis X. La gran preocupación de los organizadores es el suministro de oxígeno para las 1500 personas invitadas.
Mi intención era escribir sobre el Fotolog Reality pero todo ha derivado al tema del día que da mucho de sí.
Brillante disertación
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