viernes, 21 de diciembre de 2012

LOS JUGUETES DE LA MONARQUÍA






Tras navegar por internet de un lado a otro, en días distintos, me encuentro varias veces el nombre de dos chicas: una hija de y otra nieta de, de las cuales nunca había oído hablar. Y en menos de un mes  aparecen en varias revistas online y de papel ¿Qué mierda es esta?

¿Quiénes son estas tías y porqué aparecen en todos los medios destinados a mujeres de 18-35? Al ver los apellidos ya lo entendí todo. Y de repente sale el viral de Loewe. Y ya entendí el propósito de todo. Huele demasiado. Nos las van a meter hasta en la sopa. Son el relevo de la nueva burguesía adaptada a los nuevos tiempos. En el anuncio de Loewe queda claro que burguesía también puede ser un concepto desenfadado, naïve, rebelde, gay, bisexual y hasta gótico. Es una declaración de intenciones "Hola, somos los hijos progres de gente famosa con pasta y relacionada de este país, nos vestimos como la gente de la calle, aunque más caro y nos podéis tomar como referente".

De esta guisa aparecen en sociedad para que el resto de los mortales nos entretengamos con sus andanzas y podamos tener suficiente material para criticar, imitar o ver lo maravillosamente bien que están conectados, así como escandalizarnos con las facturas que se gastan:




No estoy diciendo nada nuevo. Es normal que se tomen como referencias las personalidades que salen en los medios, pero lo que me parece insultante es que me intenten vender como genios, artistas o gente digna de admiración a personajes que están ahí porque les tocaba salir a escena. Como la familia real.

Venía siendo lógico y normal que de familias bien salieran lo más granado de la sociedad. Escritores, artistas, médicos etc. tenían una vida más resuelta y podían dedicarse a perfeccionar sus talentos. Algunos ejemplos:

Oscar Wilde: Hijo de exitosos intelectuales de Dublín  

Picasso: Nació el 25 de octubre de 1881 en el seno de una familia burguesa.

Severo Ochoa: Sus padres fueron el abogado Don Severo Manuel Ochoa y Doña Carmen de Albornoz.

Velázquez: El padre, tal vez hidalgo, era notario eclesiástico, oficio que solo podía corresponder a los niveles más bajos de la nobleza.

En la actualidad, con una vida más acomodada, no es necesario ser de alta alcurnia para destacar profesionalmente. Con méritos propios se puede sobresalir. Sólo que somos tantos y hay tanta gente válida que sólo los que tengan dinero para pagarse la campaña de marketing lo logrará.

Claro, que si perteneces a ese círculo privilegiado que se apoyan los unos a los otros para mantenerse en las esfera de poder, ya tienes ganado ser la próxima Ana Rosa, la diseñadora revelación, ser el DJ de moda... Probablemente te colocarán ahí porque tu familia es amiga de toda la vida de tal otra familia y así sucesivamente hasta llegar a la familia real. En el fondo no sólo hay una monarquía, sino que se replican y se sostienen unas a otras, como las muñecas rusas. Desde la Corona hasta la reina de las mañanas de la TV. Unos no serían nada sin los otros porque se sustentan sobre el mismo concepto: el poder no se transfiere, se mantiene y amigo es quién te ayuda a mantenerlo.


Mientras tanto al pueblo se le da lo que quiere: un monarca campechano, muchas fotos de fiestas de gente glamurosa, muchas bodas y portadas junto al árbol de navidad. Con este bombardeo de nombres y caras, acabamos teniendo nuestros personajes preferidos, a los que se imita la manera de vestir o el estilo de vida, vamos, al final de una manera natural acabas adoptando sus ideales y principios; hay famosos para todos los gustos, colores y tribus urbanas. Igual que se ha dado la segmentación audiovisual pues también existe en el mundo rosa. Estas vidas y personalidades que nos venden son el juguete que la monarquía ofrece al pueblo; nos hacen partícipes de su estilo de vida y la de sus amigos, no se esconden sino que se proyectan y entretienen como el mejor de los folletines*

En mi opinión forma parte de una sociedad crítica saber quién es la gente que copa las altas esferas y porqué están ahí. En el curro escuché una conversación sobre este tema "ya me extrañaba a mí, qué rápido ha subido en tan poco tiempo".

¿Cuál es la interpretación de que el yerno del Rey siga en la calle? Es una ostentación grotesca de poder permitida por diversos estamentos que ven comprometidos sus intereses, que entre los materiales hay otros que tienen nombres y apellidos, frente al interés de una masa anónima. Por lo tanto, qué me tiene que decir un monarca, reinas de la mañana, periodistas- a mí en su discurso cuando sus intereses son diametralmente opuestos a los míos.

Al final el discurso emotivo gana al científico o argumentativo. La emociones mueven el mundo y la cara del Rey pidiendo perdón es lo que se recuerda ya sea por mofa o por "pena".







*Folletín:es un género dramático de ficción caracterizado por su intenso ritmo de producción, el argumento poco verosímil y la simplicidad psicológica.

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